Iniciar una terapia
A lo largo de nuestra vida es muy común que haya algún momento donde los problemas nos desborden y necesitemos ayuda. Esto es algo que no debe avergonzarnos, pues si recibimos el apoyo necesario, ese momento de mayor vulnerabilidad puede convertirse en una oportunidad para ampliar nuestro repertorio de habilidades con las que hacer frente a las dificultades. Pero sobretodo y más importante, en una oportunidad para aprender nuevas formas de sentir más positivas, consiguiendo mayor bienestar, paz y felicidad.
Realizar una terapia se convierte así, en una oportunidad para soltar lastres del pasado que podemos haber estado cargando desde hace mucho tiempo. En un camino para el crecimiento y el empoderamiento que nos permita afrontar los problemas del futuro con mayores recursos y fortaleza. Supone una oportunidad para aprender a querernos mejor, desde la aceptación y el compromiso con nosotros mismos y los que nos rodean. En definitiva, una terapia es un camino para superar dificultades, para aprender y crecer, para sentir mayor libertad y bienestar.
Son muchos los motivos por los que una persona puede ver mermado su bienestar. Algunos de estos pueden ser:
Estrés – Ansiedad – Depresión – Miedos/fobias – Baja autoestima – Conflictos emocionales
Duelo – Insomnio – Maltrato – Conductas de dependencia – Problemas en la pareja
Dificultades en la toma de decisiones – Problemas familiares – Problemas sexuales
Dificultades en el manejo de los hijos – Déficit de habilidades sociales – Timidez
También puede ocurrir no tener un problema identificable pero sentir la necesidad de un mayor autoconocimiento que te ayude a realizarte como persona. Si es tu caso, te acompaño en ese proceso de exploración y viaje al interior.
Si quieres abordar tus problemas de otra manera más saludable y sentirte mejor, estaré a tu lado para acompañarte en este proceso de crecimiento y liberación.